La psicologa Britt Wray ha dedicado gran parte de su vida laboral a estudiar el impacto que el cambio climático tiene en el bienestar psicológico de las personas.
Solo el hecho de estar expuestos a los resultados de las investigaciones puede producirnos emociones como malestar, miedo, ansiedad o desesperanza. Estas sensaciones aumentan notoriamente si la persona ha tenido que padecer las consecuencias del cambio climático, como las sequías o inundaciones en el caso de Chile.
El efecto psicológico del calentamiento global incluye la paralización en la resolución de conflictos, la desesperanza y la resignación. Lo paradójico es que para poder influir en el daño que hemos creado, necesitamos de todas nuestras habilidades mentales, para encontrar soluciones y nuevas formas de vida sustentables con el medioambiente.
Uno de los temas que comienza a escucharse en las consultas de los psicólogos online en Chile es la decisión de parejas jóvenes de no tener hijos. En la terapia familiar o terapia de pareja se escuchan las siguientes reflexiones: ¿Debo traer un hijo a un planeta de catástrofes, donde todo será más difícil, donde habrán sequías y complicaciones de todo tipo?
Los datos para tener este tipo de inquietudes son reales: los 20 años más calurosos jamás registrados ocurrieron en los últimos 22 años, la ONU predice que 2/3 de la población mundial deberá enfrentarse a la escasez de agua dentro de los próximos 5 años y el Banco Mundial sostiene que para el 2050 habrán 140 millones de refugiados climáticos en África. Hasta 1 millón de especies se extinguirán según datos de la ONU, y la concentración de gases de efecto invernadero aumenta, a pesar del acuerdo de Paris.
Viendo este contexto, se entiende que algunas personas prefieran no tener hijos, o se inclinen por la alternativa de la adopción. Ahora bien, es triste que personas deban abandonar sus deseos de crianza porque se les dice que el problema son los hijos que traen al mundo, porque el problema real es otro, y más profundo.
En los países industrializados la huella de carbono que deja cada persona es muchísimo mayor que la huella de carbono que deja una persona de un país menos desarrollado. Lo que debemos cambiar es la forma en que nos proveemos de energía, alimentos, la forma en la que nos movilizamos, etc.
Nosotros, formando parte de un centro de terapia online donde encontrar un psicologo en Chile si necesitas ayuda, creemos que los cambios podemos hacerlo a nivel político y social, de forma tecnológica y coordinada. Debemos enfocarnos en cómo lograrlo desde nuestras vidas individuales, pensar que esto es posible probablemente ayude a personas a poder vivir la experiencia de la maternidad y la paternidad sin la culpa asociada a la contaminación o al mundo que le heredaremos a nuestros hijos.
