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Conexión con Conciencia: Navegando por el Uso Problemático de Internet en la Era Digital

Actualizado: 6 feb

Bienvenidos al Centro Ps. Eduardo Schilling, un espacio dedicado a explorar y entender los complejos desafíos de la salud mental. Hoy, nos adentramos en un tema cada vez más relevante en nuestra sociedad contemporánea: el uso problemático de Internet (UPI). En un mundo cada vez más digitalizado, donde las conexiones virtuales a menudo superan las interacciones cara a cara, es esencial reconocer y comprender las implicancias psicológicas de nuestra creciente dependencia de Internet. Este post busca explorar las raíces, los síntomas y las posibles consecuencias de un uso excesivo y compulsivo de Internet, así como estrategias para mantener un equilibrio saludable en nuestra vida digital. Sumérjanse con nosotros en esta importante discusión, vital para navegar con éxito en el vasto y omnipresente mundo digital de hoy.


Uso Problemático de Internet

Síntomas del uso problemático de internet (UPI):

Es esencial reconocer cuándo el uso de Internet cruza el umbral de ser una herramienta útil a convertirse en un problema significativo. El uso problemático de Internet (UPI) se caracteriza por un patrón de uso excesivo y compulsivo de Internet que interfiere con la vida diaria de un individuo. Esta condición va más allá de pasar mucho tiempo en línea; implica una serie de síntomas y comportamientos que afectan negativamente el funcionamiento personal, social y profesional.

Entre los síntomas clave del UPI se incluyen:

  1. Preocupación Obsesiva: Una preocupación constante por actividades en línea, incluso cuando no se está utilizando Internet.

  2. Retirada: Sentimientos de malestar, ansiedad o irritabilidad cuando se impide el acceso a Internet o cuando se intenta reducir su uso.

  3. Tolerancia: Necesidad de incrementar progresivamente el tiempo en línea para alcanzar la satisfacción deseada.

  4. Falla en el Control: Intentos repetidos y fallidos de controlar, reducir o detener el uso de Internet.

  5. Evasión de Problemas o Modulación del Estado de Ánimo: Uso de Internet para escapar o aliviar estados de ánimo negativos, como la ansiedad o la depresión.

  6. Conflictos: Problemas en las relaciones, en el trabajo o en los estudios debido al uso excesivo de Internet.

  7. Engaño: Mentir a familiares, amigos o profesionales de la salud sobre la cantidad de tiempo gastado en línea.

  8. Riesgos y Pérdidas: Poner en peligro o perder relaciones significativas, oportunidades laborales o educativas debido al uso excesivo de Internet.

El UPI puede manifestarse en diversas formas, desde la dependencia de redes sociales hasta la adicción a juegos en línea o el uso compulsivo de sitios de compras. Es crucial reconocer estos síntomas y buscar ayuda profesional cuando el uso de Internet comienza a tener un impacto negativo significativo en la vida de una persona.

Para continuar, diferenciaremos el uso problemático de internet entre específico o generalizado:


La distinción entre el Uso Problemático de Internet Específico (SPIU, por sus siglas en inglés) y el Uso Problemático de Internet Generalizado (GPIU) es crucial para comprender y abordar adecuadamente los patrones de comportamiento en línea. Este enfoque, introducido por R. A. Davis en 2001, ofrece una perspectiva detallada sobre cómo diferentes patrones de uso de Internet pueden resultar problemáticos de maneras distintas.


  1. Uso Problemático de Internet Específico (SPIU): El SPIU implica el uso excesivo de funciones específicas de Internet, como sitios de compras en línea o sitios de pornografía. Este patrón de uso suele estar vinculado con una psicopatología preexistente y se manifiesta a través de canales específicos en Internet. Por ejemplo, un comprador patológico mostrará comportamientos problemáticos de compra tanto en línea como fuera de línea. El SPIU señala una inclinación hacia ciertas actividades que probablemente se manifestarían incluso sin la presencia de Internet.

  2. Uso Problemático de Internet Generalizado (GPIU): Por otro lado, el GPIU involucra pasar cantidades excesivas de tiempo en una variedad de actividades en línea sin un propósito particular. Este patrón no está ligado a una actividad específica, sino al acto de estar en línea en sí mismo. El GPIU a menudo surge debido a problemas sociales, como una percepción de apoyo social deficiente o aislamiento social, y no tendría existencia fuera del entorno de Internet. Es un fenómeno que se desarrolla debido a la naturaleza de Internet y su capacidad para enganchar a los usuarios en una amplia gama de actividades.

La comprensión de estos dos patrones del UPI es esencial para identificar la naturaleza real del problema y los mecanismos psicosociales asociados. Las investigaciones sobre el UPI deben comenzar con esta diferenciación para utilizar las herramientas adecuadas en función del tipo de UPI que se está estudiando. Esto implica un entendimiento más claro de si los usuarios dependen excesivamente de actividades específicas disponibles en Internet (SPIU) o del Internet en sí (GPIU).


Las diferencias teóricas entre SPIU y GPIU, como han sido exploradas en diversos estudios (Brand et al., 2014, 2016, 2019; Caplan, 2002, 2005; Davis, 2001; Widyanto & Griffiths, 2006), subrayan la importancia de abordar el UPI no como un fenómeno homogéneo, sino como uno que varía significativamente en función de las motivaciones y comportamientos subyacentes del individuo.


Ahora diferenciaremos el use problemático de internet entre contenido o proceso:


La distinción entre el uso problemático de Internet basado en contenido y en proceso es fundamental para entender los diversos patrones de uso de Internet y sus efectos psicológicos. Esta clasificación, propuesta inicialmente por Song et al. (2004) y explorada en estudios recientes (Dai et al., 2021; Elhai, Hall, et al., 2017; Hao et al., 2022; Rozgonjuk & Elhai, 2021; Serra et al., 2021; van Deursen et al., 2015; Wickord & Quaiser-Pohl, 2022), ofrece una visión detallada de cómo las diferentes motivaciones detrás del uso de Internet pueden conducir a un uso problemático.

  1. Uso de Contenido en Internet: Este se refiere a la utilización de Internet para lograr objetivos específicos relacionados con el mundo exterior. Por ejemplo, buscar oportunidades de trabajo en línea para asegurar una entrevista en el mundo real. Aquí, Internet es un medio para alcanzar un fin específico, y el uso está dirigido y limitado por ese objetivo.

  2. Uso de Proceso en Internet: Contrariamente, el uso de proceso implica el consumo de Internet en sí mismo, que puede distanciar al usuario del mundo exterior. Un ejemplo es el "doom-scrolling", donde una persona pasa horas navegando en redes sociales y noticias, buscando principalmente información negativa. Este tipo de uso se ha relacionado con estados de ansiedad elevados y puede conducir a una pérdida de control sobre el consumo de medios, afectando negativamente el bienestar físico y mental. El uso de proceso tiene una mayor probabilidad de convertirse en uso problemático de Internet (UPI), debido a su potencial para crear una dependencia de Internet en sí mismo, en detrimento de actividades y relaciones fuera de línea.

En el campo de la psicología, es vital comprender las raíces y los factores que predisponen a las personas a desarrollar comportamientos que puedan resultar problemáticos, como el Uso Problemático de Internet (UPI). El UPI no surge de la nada; está anclado en una red compleja de causas y condiciones que interactúan entre sí. El siguiente diagrama que vamos a explorar fue diseñado por Chatterjee, D., & Rai, R. (2023), e hipotetiza sobre estas causas y nos proporciona una estructura para entender mejor cómo ciertos factores pueden predisponer a una persona al UPI.




Uso Problemático de Internet

Este modelo, basado en la mentalización y teorías social-cognitivas, propone un marco para desentrañar las influencias que pueden llevar a alguien a una relación dañina con el uso de Internet. Desde déficits en habilidades psicológicas fundamentales hasta insatisfacciones en necesidades emocionales y sociales, el modelo sugiere una progresión que podría explicar por qué algunas personas se enredan en patrones de uso de Internet que afectan negativamente su vida cotidiana. A continuación, desglosaremos este diagrama para ofrecer a los lectores del blog una visión clara y comprensible de estos procesos.

A. Factores Distales: Estos son los factores de desarrollo que predisponen a una persona al UPI. Incluyen deficiencias en la mentalización, tales como:

  • Pobre función reflexiva (RF): Dificultades para entender los propios pensamientos y sentimientos o los de los demás.

  • Baja empatía cognitiva: Problemas para reconocer y comprender las emociones y perspectivas de otros.

  • Pobre toma de perspectiva: Desafíos al adoptar puntos de vista alternativos.

Estos factores pueden llevar a problemas en la función interpersonal y la regulación emocional.

B. Factores Proximales: Estos factores están más inmediatamente conectados con el comportamiento problemático en Internet e incluyen:

  • Problemas interpersonales: Dificultades en las relaciones con otros.

  • Desregulación emocional: Incapacidad para gestionar y responder a las emociones intensas de manera apropiada.

  • Necesidades sociales insatisfechas: Sentimientos de soledad o desconexión social.

  • Necesidades emocionales insatisfechas: Sentimientos de tristeza, ansiedad o insuficiencia que no se están abordando adecuadamente.

Estas condiciones, combinadas con expectativas de gratificación de actividades en línea y creencias ineficaces de autoeficacia, pueden resultar en un uso de Internet maladaptativo.

C. Resultado (Outcome): Este es el UPI, que puede manifestarse predominantemente de dos maneras:

  1. UPI predominantemente social: Aquí, el uso problemático se orienta hacia actividades en línea que involucran interacción social, como las redes sociales. Esto puede ser un intento de compensar las necesidades sociales insatisfechas.

  2. UPI predominantemente no social: En este caso, el uso problemático se centra en actividades que no implican interacción social directa, como ver videos o jugar en línea. Esto puede ser un intento de escapar o lidiar de forma maladaptativa con dificultades emocionales o sociales.

En resumen, el diagrama sugiere que los déficits en la capacidad de mentalizar pueden llevar a problemas interpersonales y emocionales, los cuales, combinados con ciertas expectativas y creencias sobre el uso de Internet, pueden resultar en UPI. Este modelo ofrece una forma de entender cómo los patrones de uso de Internet se relacionan con dificultades más amplias en la regulación emocional y las relaciones interpersonales. ¿Cómo evitar el UPI?

Para evitar el Uso Problemático de Internet (UPI), es crucial adoptar una serie de estrategias preventivas y correctivas que fomenten un uso saludable y consciente de la tecnología. En el Centro Ps. Eduardo Schilling, recomendamos las siguientes prácticas:

1. Establecer Límites de Tiempo: Define horarios específicos para navegar en Internet y cumple con ellos. Utiliza alarmas o aplicaciones de seguimiento de tiempo para ayudarte a mantener estos límites.

2. Autoobservación: Lleva un diario de tu uso de Internet para identificar patrones y desencadenantes de uso excesivo. Esto puede ayudarte a tomar conciencia de cuándo y por qué recurres a Internet de manera no saludable.

3. Desarrollar Hobbies Fuera de Línea: Participa en actividades que no requieran Internet, como deportes, lectura, arte o pasar tiempo en la naturaleza, para reducir la dependencia de las gratificaciones en línea.

4. Espacios Libres de Pantallas: Crea zonas en tu hogar donde no se permitan dispositivos digitales, como en el dormitorio o en la mesa del comedor, para fomentar la interacción humana y el descanso adecuado.

5. Tecnología Consciente: Antes de usar Internet, pregúntate si su uso en ese momento es productivo y necesario, o si estás intentando evitar otras tareas o sentimientos.

6. Gestión del Estrés y la Ansiedad: Aprende y aplica técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, para no depender del uso de Internet como mecanismo de afrontamiento.

7. Fortalecer las Conexiones Sociales: Dedica tiempo a fortalecer las relaciones en persona. El contacto humano puede proporcionar un apoyo emocional más significativo que las interacciones en línea.

8. Educación y Concientización: Infórmate sobre los riesgos del uso excesivo de Internet. La comprensión de sus posibles efectos negativos puede motivarte a cambiar tus hábitos.

9. Buscar Apoyo Profesional: Si sientes que el uso de Internet está fuera de control, considera la posibilidad de buscar ayuda de un psicólogo o consejero especializado en adicciones a la tecnología.

10. Balance y Moderación: Intenta encontrar un equilibrio entre la vida en línea y fuera de línea. Valora y prioriza las experiencias y responsabilidades del mundo real sobre las virtuales.

Estas estrategias pueden ayudar a prevenir el UPI antes de que se convierta en un problema significativo. En el Centro Ps. Eduardo Schilling, estamos comprometidos con el bienestar integral de nuestros lectores y clientes, ofreciendo herramientas y apoyo para navegar por la era digital de manera saludable y equilibrada.


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