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¿Qué es la Demencia Senil y el Alzheimer?

Actualizado: 6 feb

La demencia senil es un término que solía utilizarse para describir el deterioro cognitivo relacionado con la edad, pero actualmente es menos común en el ámbito médico. Ahora se prefieren términos más específicos para describir diferentes tipos de demencia, como la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular, la demencia con cuerpos de Lewy, entre otras. La diferencia entre Alzheimer y demencia senil es entonces que el Alzheimer es un tipo de demencia.


La demencia es una disminución progresiva en las habilidades cognitivas y funcionales de una persona, lo que afecta su memoria, pensamiento, lenguaje, juicio, habilidades motoras y capacidad para realizar actividades cotidianas. Si bien el riesgo de desarrollar demencia aumenta con la edad, la demencia no es una parte normal del envejecimiento.


La prevalencia de la enfermedad de Alzheimer en Chile y otras demencias ha ido en aumento en los últimos años, en gran parte debido al envejecimiento de la población y al aumento de la esperanza de vida.



Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y estudios realizados en Chile, se estimó que en 2020 alrededor de 200.000 personas vivían con demencia en el país, y se esperaba que este número aumentara en las próximas décadas.


La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia y es responsable de aproximadamente el 60-80% de los casos. La demencia vascular, que se debe a una disminución del flujo sanguíneo al cerebro, es la segunda forma más común. Cada tipo de demencia tiene sus propias características y puede deberse a diferentes factores, como cambios en el cerebro, factores genéticos, enfermedades vasculares o lesiones cerebrales.


Alzheimer, tratamiento:


El tratamiento para la demencia puede incluir medicamentos, terapia ocupacional, terapia del habla, terapia cognitiva y otras intervenciones no farmacológicas que ayuden a mejorar la calidad de vida del paciente y a aliviar algunos síntomas. Aunque no se sabe al cien por ciento las causas del Alzheimer ni existe una cura definitiva para la mayoría de las formas de demencia, los tratamientos pueden ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad y a controlar los síntomas en algunos casos.


Además, es importante abordar los factores de riesgo modificables, como el control de la presión arterial, el mantenimiento de un peso saludable, la actividad física regular, una dieta equilibrada, la reducción del consumo de alcohol y el abandono del tabaco. Estos hábitos saludables pueden reducir el riesgo de desarrollar demencia y mejorar la salud en general.


El apoyo y la educación para los cuidadores y familiares también son esenciales, ya que la demencia puede ser una experiencia desafiante tanto para la persona afectada como para quienes la rodean. Los psicólogos, grupos de apoyo, programas educativos y servicios de asesoramiento pueden proporcionar herramientas y recursos para ayudar a los cuidadores a manejar mejor la situación y a garantizar un cuidado adecuado y compasivo para la persona con demencia.


Alzheimer, síntomas:


Te compartimos algunos síntomas tempranos que se presentan en las personas con demencia en general, independientemente del tipo específico de demencia. Los síntomas pueden variar dependiendo de la causa y la etapa de la enfermedad. Algunos de los primeros síntomas de demencia incluyen:

  1. Problemas de memoria a corto plazo: Dificultad para recordar eventos recientes, olvidar citas o perder objetos cotidianos.

  2. Dificultad para encontrar las palabras adecuadas: Problemas para expresarse con claridad y olvidar palabras comunes.

  3. Cambios en el juicio o toma de decisiones: Tomar decisiones inadecuadas o mostrar un razonamiento pobre en situaciones cotidianas.

  4. Dificultad para realizar tareas cotidianas: Problemas para cocinar, administrar las finanzas personales o realizar actividades que solían ser familiares.

  5. Desorientación en el tiempo y el espacio: Confusión sobre fechas, estaciones del año o ubicación actual.

  6. Cambios en el estado de ánimo o la personalidad: Irritabilidad, ansiedad, apatía, depresión o cambios bruscos en el estado de ánimo sin una razón aparente.

  7. Disminución de la iniciativa y la motivación: Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban, retraimiento social y falta de motivación para comenzar nuevas actividades.

  8. Problemas de atención y concentración: Dificultad para mantener el enfoque en tareas o conversaciones, distraerse fácilmente.

  9. Dificultades visuales y espaciales: Problemas para reconocer caras, leer, juzgar distancias o interpretar imágenes.

  10. Cambios en el comportamiento: Actuar de manera inusual o inapropiada en situaciones sociales, cambios en los hábitos de sueño o alimentación.

Es importante tener en cuenta que experimentar uno o más de estos síntomas no significa necesariamente que alguien tenga demencia. Muchos de estos síntomas también pueden ser causados por otras condiciones médicas, como el estrés, la depresión o deficiencias nutricionales. Si sospechas que tú mismo o alguien cercano a ti está experimentando síntomas de demencia, es fundamental buscar la opinión de un profesional médico para un diagnóstico y tratamiento adecuados.


Demencia y Alzheimer

Alzheimer, etapas:


La enfermedad de Alzheimer es una forma de demencia que progresa gradualmente a lo largo del tiempo. Aunque la progresión de la enfermedad puede variar entre los individuos, generalmente se divide en tres etapas principales: leve (temprana), moderada (intermedia) y grave (avanzada). Aquí hay un resumen de cada etapa:


Etapa leve (temprana):

En esta etapa, la persona puede seguir funcionando de manera independiente, pero comienza a experimentar problemas de memoria y dificultades cognitivas que pueden incluir:

  • Olvidar información reciente o eventos importantes

  • Dificultad para planificar y organizar

  • Problemas para encontrar las palabras adecuadas en una conversación

  • Dificultad para recordar nombres de personas conocidas

  • Perder objetos con frecuencia

  • Cambios en el estado de ánimo o la personalidad, como irritabilidad, ansiedad o apatía

Etapa moderada (intermedia):

Esta etapa es la más larga y puede durar varios años. Las personas en esta etapa requieren más asistencia y supervisión debido a un mayor deterioro cognitivo y funcional. Los síntomas pueden incluir:

  • Dificultad para reconocer a amigos y familiares

  • Confusión sobre la fecha, la hora o el lugar

  • Problemas para realizar tareas diarias y actividades cotidianas

  • Dificultad para seguir instrucciones o realizar tareas secuenciales

  • Cambios en el sueño, como el insomnio o dormir durante el día

  • Comportamientos repetitivos, como preguntar la misma pregunta varias veces

  • Alucinaciones, delirios o paranoia

  • Incontinencia urinaria o fecal

  • Cambios en la personalidad, como la agitación, la agresividad o la ansiedad

Etapa grave (avanzada):

En la etapa avanzada de la enfermedad de Alzheimer, la persona necesita asistencia constante y cuidados las 24 horas debido a la pérdida severa de habilidades cognitivas y funcionales. Los síntomas pueden incluir:

  • Pérdida de la capacidad para comunicarse a través del lenguaje

  • Dependencia total de otros para actividades cotidianas, como comer, vestirse y asearse

  • Pérdida de control de los movimientos corporales, lo que resulta en dificultades para moverse y, finalmente, en la incapacidad para caminar o sentarse sin ayuda

  • Problemas de deglución que pueden aumentar el riesgo de neumonía por aspiración

  • Pérdida de peso significativa

  • Vulnerabilidad a infecciones y otras complicaciones de salud

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