El TOC es un desorden psicológico o mental que se caracteriza por la presencia de ideas o pensamientos recurrentes y no deseados (obsesiones). Para deshacerse de los pensamientos disruptivos las personas se ven empujadas a realizar ciertos actos repetitivos (compulsiones).
El ritual compulsivo como lavarse las manos, limpiar superficies, contar mentalmente u otras acciones, interfiere significativamente en la vida diaria y las interacciones sociales de la persona con TOC.
Muchas personas tenemos pensamientos intrusivos o incluso algunas conductas repetitivas, sin embargo estos hechos no alcanzan a perturbar negativamente nuestra vida cotidiana. Por el contrario, la persona con trastorno obsesivo compulsivo padece de los pensamientos persistentes e intrusivos, además de estar presos en la repetición constante de conductas incontrolables.
Las personas con TOC sienten la necesidad de realizar las compulsiones porque el no realizarlas les causa comúnmente altos montos de ansiedad y miedo a que algo malo pueda ocurrirles a ellos o a seres queridos.
Muchas personas que padecen obsesiones y compulsiones saben o sospechan que sus pensamientos obsesivos no son realistas, algunos otros creen que el pensamiento obsesivo pueda reflejar la realidad. Lo difícil es que incluso aquellos que piensan que sus pensamientos no son realistas no pueden dejar de tenerlos y de realizar las compulsiones asociadas.
Para diagnosticar el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es necesario que se cumplan ciertos criterios:
Que las obsesiones y compulsiones consuman más de una hora del tiempo del día.
Que causen malestar, incomodidad o molestia.
Que influya negativamente o impida la vida social y/o el trabajo.
En Chile entre un 2% y 3% de la población podría padecer TOC, es decir alrededor de 500.000 personas en la actualidad. Esta enfermedad mental comienza a menudo en la infancia, adolescencia o en la adultez temprana.
Obsesiones
Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que causan emociones displacenteras como ansiedad, miedo o asco. Muchas personas con TOC se dan cuenta de que lo que les sucede es producto de su mente y que son pensamientos irracionales y excesivos.
Sin embargo, el malestar producido por las obsesiones no se soluciona a través de la lógica o razonando. En general las personas intentan suprimir o ignorar los pensamientos disruptivos, y muchos tratan de aliviar la angustia a través de la ejecución de compulsiones.
Ejemplos de algunos contenidos usuales de las obsesiones:
Miedo a contaminarse de algo por medio de otra persona o a través del medio ambiente que nos rodea.
Imágenes o pensamientos sexuales disruptivos.
Miedo a agredir o ser agredido.
Preocupación extrema porque algo no está terminado o listo.
Preocupación extrema con el orden, la simetría o la precisión.
Miedo a perder algo importante.
También pueden ser pensamientos, imágenes, sonidos palabras o música aparentemente sin sentido.
Pensamientos blasfemos, en tanto van en contra de una creencia religiosa.
Compulsiones
Las compulsiones son conductas repetitivas o actos mentales que la persona se siente forzada a realizar para apaciguar los pensamientos obsesivos. La conducta reduce o previene a la persona del malestar relacionado con la obsesión, pero solo temporalmente. Debido a su solución temporal, la persona que padece TOC probablemente empezará a repetir la conducta aliviadora en el futuro.
Las compulsiones pueden estar directamente relacionadas con la idea compulsiva (por ejemplo el lavado excesivo de manos para contrarrestar la obsesión de contaminarse), pero también pueden tener una naturaleza sin relación alguna con la obsesión (por ejemplo contar hasta 4 para sentirse seguro). En los casos más severos los rituales compulsivos consumen la mayor parte del día, haciendo una vida normal prácticamente imposible.
Ejemplos de compulsiones:
Lavado de manos, duchas, lavado de dientes o idas al baño excesivas y ritualizadas.
Limpieza repetitiva de utensilios del hogar.
Ordenar cosas de una forma particular.
Chequear repetidamente cerraduras, enchufes, puertas, etc.
Rituales asociados a números como contar, repetir, preferir exclusivamente o evitar ciertos números.
Algunas personas con TOC también evitan a ciertas personas, lugares o situaciones que desencadenan las obsesiones y compulsiones.
Tratamiento
El TOC sí tiene tratamiento y cuando éste se realiza de forma adecuada las personas pueden recuperar su calidad de vida y retomar niveles adecuados de funcionamiento laboral, interpersonal y vincular. El tratamiento más recomendado es el mixto, que mezcla la farmacoterapia realizada en conjunto con un psiquiatra, con la psicoterapia realizada por un psicólogo.
Terapias que se han mostrado útiles son la terapia cognitivo conductual, sistémica, cognitivo constructivista, psicoanálisis, entre otras.
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