Adolescentes y Compañeros de IA: ¿Conexión o Aislamiento Digital?
- Eduardo Schilling
- 28 jul
- 7 Min. de lectura
En los últimos años, el uso de compañeros de inteligencia artificial (IA) entre adolescentes ha crecido de manera notable. Estas herramientas, diseñadas para interactuar mediante texto o voz, simulan conversaciones humanas y ofrecen respuestas empáticas y personalizadas. Según la organización sin fines de lucro Common Sense Media, con sede en San Francisco, los compañeros de IA se han convertido en una presencia habitual en la vida digital de los jóvenes.

Una encuesta reciente realizada por dicha organización, que incluyó a más de 1.000 adolescentes de entre 13 y 17 años, reveló que el 72 % ha utilizado este tipo de herramientas, y más de la mitad las emplea con regularidad. Lo más llamativo es que un tercio de los encuestados afirmó haber discutido temas importantes o significativos con sus compañeros de IA, en lugar de compartirlos con otras personas de su entorno.
Aunque estas aplicaciones pueden brindar cierto apoyo inmediato en situaciones simples, comienzan a surgir preocupaciones sobre su capacidad para acompañar verdaderamente los procesos emocionales complejos propios de la adolescencia. En muchas ocasiones, estas interacciones no logran alcanzar la profundidad que caracteriza a los vínculos humanos reales, generando una falsa sensación de compañía que, a largo plazo, puede traducirse en aislamiento emocional. Este fenómeno se relaciona con hallazgos previos sobre el impacto de la tecnología en el bienestar subjetivo, como se analiza en el artículo "¿Cómo afecta el uso del smartphone a nuestro bienestar diario? Un análisis bidireccional desde la psicología moderna".
La Ilusión de Conexión
A pesar de su popularidad, los expertos advierten sobre los riesgos de utilizar estas tecnologías como sustitutos de la interacción humana. “La adolescencia es una etapa crítica del desarrollo social”, señala Michael Robb, director de investigación en Common Sense Media y autor principal del estudio. “No queremos que los adolescentes recurran a compañeros de IA en lugar de buscar el apoyo de amigos, familiares o profesionales capacitados, especialmente cuando se enfrentan a problemas serios”.
Uno de los principales problemas es que estas herramientas no pueden modelar relaciones humanas saludables. “En la vida real, existen múltiples señales sociales que los adolescentes deben aprender a interpretar, como el lenguaje corporal, el tono de voz o las pausas en la conversación. Nada de eso está presente en un chatbot”, explica Robb.
Este tipo de advertencias se alinea con estudios previos sobre el uso de pantallas y su impacto en el desarrollo emocional infantil, como se expone en el artículo "¿Cómo afecta el uso de pantallas al bienestar socioemocional infantil? Un análisis a largo plazo", el cual subraya cómo una exposición excesiva a medios digitales puede interferir con la adquisición de habilidades sociales esenciales.
Además, los compañeros de IA tienden a ser complacientes. Su programación prioriza la validación del usuario, lo que significa que rara vez ofrecen una perspectiva crítica o desafiante. Esta constante afirmación puede llevar a los adolescentes a tener expectativas poco realistas sobre las relaciones interpersonales, preparándolos pobremente para el conflicto o la frustración en sus vínculos reales.
¿Relaciones Digitales o Soledad Prolongada?
Aunque estas herramientas pueden brindar una sensación momentánea de compañía y disminuir la soledad en el corto plazo, existe el riesgo de que reemplacen las conexiones humanas genuinas, profundizando la desconexión emocional con el tiempo. Diversos estudios han demostrado que las relaciones sociales auténticas son uno de los factores más relevantes para el bienestar psicológico sostenido, como se analiza en el artículo "La Ciencia de la Felicidad: Cómo las Relaciones Humanas Mejoran tu Bienestar". La interacción con otros seres humanos no solo proporciona apoyo emocional, sino que también es clave para el desarrollo de la empatía, la resiliencia y la autorregulación emocional.
Desde plataformas como Character.AI, se intenta establecer ciertos límites. Chelsea Harrison, directora de comunicaciones de la empresa, destacó que los personajes digitales no son personas reales, y que la compañía ha implementado filtros, avisos de tiempo de uso y versiones específicas para menores de edad que restringen el acceso a contenidos sensibles.
Sin embargo, el uso de estas herramientas sigue suscitando inquietudes importantes.
Una de ellas es el manejo de la información personal. El 24 % de los adolescentes encuestados admitió haber compartido datos íntimos con sus compañeros de IA. Es fundamental que los jóvenes comprendan que al hacer esto, no están hablando con un amigo, sino con una empresa que puede almacenar, analizar y utilizar esa información con fines diversos. “A menudo se conceden derechos muy amplios sobre esa información personal, incluyendo la posibilidad de modificarla, reutilizarla o integrarla en otros productos”, alerta Robb.
¿Qué Pueden Hacer los Padres?
Frente a este panorama, es crucial que los padres se involucren activamente. Robb recomienda comenzar el diálogo sin prejuicios, con preguntas abiertas como: "¿Has usado alguna aplicación que te permita hablar con un amigo o pareja virtual basada en IA?". Escuchar con atención y entender qué es lo que atrae a los adolescentes hacia estas tecnologías es un primer paso clave.
Posteriormente, se puede introducir el concepto de que los compañeros de IA están diseñados para ser complacientes y que esa validación constante no refleja cómo funcionan las relaciones humanas reales. “Los verdaderos amigos nos desafían, nos hacen reflexionar, y a veces nos dicen cosas que no queremos oír, pero que necesitamos”, explica Robb.
Conversar sobre IA: Un Primer Paso Hacia el Pensamiento Crítico
Hablar con los adolescentes sobre la inteligencia artificial puede ser una herramienta poderosa para fomentar el pensamiento crítico. Según Robb, mantener este tipo de conversaciones les ayuda a pensar en la IA de manera más amplia y saludable. Abrir estos diálogos permite que los jóvenes desarrollen una comprensión más profunda de los límites y riesgos de estas tecnologías, y que fortalezcan su criterio para decidir con quién —y con qué— interactúan emocionalmente.
Fomentar la Interacción Humana Cara a Cara
Una de las razones por las que no resulta sorprendente que tantos adolescentes estén utilizando compañeros de IA es que, según diversos estudios, el uso de redes sociales ha debilitado su comprensión de lo que significa realmente una amistad. Hoy en día, es común que los jóvenes interpreten gestos como comentar publicaciones o reaccionar a historias como formas suficientes de mantener un vínculo.
Esto ha reducido significativamente el tiempo que los adolescentes pasan con sus amigos en persona, lo que a su vez limita su práctica en interacciones humanas reales. Frente a esta realidad, una de las mejores intervenciones posibles es animar a los jóvenes a reunirse físicamente con sus pares. Las conexiones cara a cara, cargadas de matices y lenguaje no verbal, proporcionan una riqueza emocional que ninguna inteligencia artificial puede replicar.
“La alegría de una verdadera amistad está en esos momentos íntimos y silenciosos donde basta una mirada para entenderse”, explica Justine Carino, psicoterapeuta de Westchester, Nueva York, especializada en adolescentes. “Cuando la persona que te gusta entra al aula, o el profesor dice algo absurdo y haces contacto visual con tu mejor amigo, estás participando de un tipo de comunicación profunda que te nutre emocionalmente. Eso jamás lo vas a obtener de un chatbot.”
¿Es Mejor Evitar el Uso de Compañeros de IA?
Para Robb, lo ideal sería que los adolescentes no usaran este tipo de herramientas en absoluto, especialmente aquellas que simulan ser amigos o parejas. Durante pruebas realizadas por Common Sense Media, algunas inteligencias artificiales presentaron contenido inapropiado, incluyendo material sexual, estereotipos nocivos y hasta consejos peligrosos.
Aunque ciertas plataformas permiten a los padres bloquear el acceso de sus hijos a estas funciones —como el chatbot Meta AI—, las preocupaciones persisten. El 34 % de los adolescentes encuestados expresó haberse sentido incómodo con algo que su compañero de IA dijo o hizo. Sin embargo, esto solo representa una parte del problema, ya que los adolescentes pueden estar recibiendo mensajes que no les molestan pero que sus padres jamás aceptarían como apropiados.
Robb advierte que mientras estas tecnologías no cambien radicalmente su programación, no deberían estar disponibles para menores de edad. “Las empresas no están haciendo lo suficiente para proteger a los adolescentes del contenido dañino ni del uso indebido de sus datos personales”, sostiene.
Desde una perspectiva clínica, si un adolescente muestra señales de uso problemático —como preferir las interacciones con IA por sobre las humanas, pasar muchas horas con estas herramientas, angustiarse al no poder usarlas, o aislarse de su familia y actividades habituales— es momento de intervenir. En estos casos, puede ser útil buscar apoyo en el equipo de orientación escolar o en un profesional de la salud mental.
Predicar con el Ejemplo: Uso Saludable de la Tecnología
Otro aspecto fundamental es el rol de los adultos como modelos de comportamiento. Los padres no solo deben conversar sobre el uso de la tecnología, sino también mostrar cómo gestionar las propias necesidades emocionales sin depender exclusivamente de soluciones digitales. “Mostrar cómo se ve un uso equilibrado de la tecnología es clave”, afirma Robb.
La evidencia de este nuevo estudio revela una realidad que no podemos ignorar: la mayoría de los adolescentes ya interactúa con compañeros de IA, y muchos encuentran estas interacciones igual o más satisfactorias que las relaciones humanas. Por eso, es más importante que nunca reforzar el valor de la amistad auténtica, del contacto humano y del desarrollo de habilidades sociales reales.
Este artículo fue desarrollado y adaptado a partir de un reportaje original publicado por CNN Health el 16 de julio de 2025, titulado Teens are turning to AI companions for connection. Experts say it's a problem.
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